sábado, 24 de noviembre de 2007

Día 19

Cada día estoy peor, esto no me aporta nada nuevo, ya no tengo ganas ni de ocuparme de lo que pienso, no soy ni mi propio confidente, mi cuerpo ya no le controlo, y mi cabeza no es mi cabeza. Los días pasan sin remedio y no tengo nada por lo que preocuparme, una sucesión de infinitas banalidades transcurren a lo largo de la historia, estoy estancado en todo lo que hago, tengo que remediarlo.
Ayer fue una de esas noches de desfase, a veces tienes la urgencia de decir lo que sientes, aquello que tú ni siquiera sabes que lo tienes, pero está ahí. En estas noches no soy dueño de mis actos, al igual que el protagonista de Dean Koontz, en Espejo Mortal, parece como si los fines de semana, no fuera yo, si no otro personaje idéntico a mí el que pasease por estas oscuras calles.
Cosecuencias de la noche de ayer...

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